Something wicked this way comes... lo mucho que le debo a Ray Bradbury, entre otros.

16/10/2014

"By the pricking of my thumbs, something wicked this way comes" 
"Por el cosquilleo de mis pulgares, algo malvado hacia aquí viene"
Macbeth, W. Shakespeare, Scene IV, Act I (lo dice la segunda bruja).

Estoy inmersa en Besos Voraces y me gustaría terminar la novela a tiempo de presentarla en el Congreso del RNR, que es en noviembre y por eso lo veo poco probable, pero me gustan los retos y soy tozuda, así que lo intentaré ;)
Llevo mucho tiempo con esta novelilla, algunos habéis leído los primeros capítulos en Osculos Oscuros y a todos os he hablado muchas veces de ella: aquí , aquí y aquí.
Hoy os quiero recomendar series y películas que me fascinan, partiendo del germen de la historia: una película de Disney que adoraba de pequeña, El carnaval de las tinieblas (Something wicked this way comes).

El guión original lo escribió Ray Bradbury inspirado por el personaje de Gene Kelly tras ver Bailando bajo la lluvia (otra de mis favoritas de siempre), pero no cuajó como él esperaba, así que en 1962 lo convirtió en novela y se la dedicó al bailarín. 
La versión de Disney es azucarada, pierde grandes escenas tenebrosas y aún así, me sigue fascinando desde las primeras tomas. 
También aprovecho para recomendar una serie de relatos de un jovencísimo Bradbury, una colección llamada Dark carnival, que se reeditó hace unos años en inglés con prólogo de Clive Barker y que solo tengo en pdf :( porque en papel es imposible de comprar (o pagar :S).

En palabras del propio Bradbury en su web lo que le convirtió en escritor fue cosa de magia ;) y os lo traduzco porque es MARAVILLOSO:

¡Hola de nuevo!

Al final de mi última entrada prometí contarles cómo se me ocurrió convertirme en escritor. En parte fue gradual y en parte fue accidental.

Cuando tenía doce años estaba locamente enamorado de los libros de Oz de L. Frank Baum, junto con las novelas de Julio Verne y HG Wells, y en especial los libros de Tarzán y John Carter de Edgar Rice Burroughs. Comencé a pensar en convertirme en escritor en ese momento.

Al mismo tiempo, vi a Blackstone el mago en el escenario y me convencí de que tendría una vida maravillosa si pudiese crecer y convertirme en un mago.
En muchos sentidos, eso es exactamente lo que hice y fue un encuentro con otro mago el que cambió mi vida para siempre.

En 1932, uno de mis tíos favoritos murió. Su funeral se llevó a cabo en el Día del Trabajo, el sábado. Si él no hubiera muerto esa semana, mi vida no podría haber cambiado porque, al regresar de su funeral al mediodía vi las tiendas de campaña de una feria cerca del lago Michigan. Sabía que allí abajo, junto al lago, en su tienda de campaña especial, había un mago llamado Señor Eléctrico.

Señor Eléctrico fue un fantástico creador de maravillas. Se sentaba en la silla eléctrica todas las noches y se electrocutaba delante de todos los habitantes, jóvenes y viejos, de Waukegan, Illinois.
Cuando la electricidad se apoderaba de su cuerpo, levantaba la espada y les otorgaba el título de Sir a todos los niños que había sentados en la primera fila.
Yo había ido a ver a Mr. Electrico la noche anterior. Cuando me alcanzó, apuntó con su espada en mi cabeza, me tocó la frente y la electricidad se precipitó por la espada, dentro de mi cráneo. Me puso los pelos de punta y las chispas volaron por mis oídos. Él entonces me gritó: "¡Vive para siempre!"

Pensé que era una idea maravillosa, pero ¿cómo hacerlo?

Al día siguiente, mientras mi padre conducía de vuelta a casa, recién salidos del funeral, miré hacia abajo, hacia esas tiendas de feria y pensé para mis adentros: "La respuesta está ahí. Él me dijo que viviese para siempre y tengo que ir a buscar la manera de hacerlo".
Le dije a mi padre que detuviera el coche. Él no quería, pero yo insistí. Detuvo el coche y me dejó allí, furioso conmigo por no volver a casa para participar en la vigilia que se celebra para mi tío. 
Una vez el coche estuvo fuera de mi vista, corrí colina abajo.
¿Qué estaba haciendo? Estaba huyendo de la muerte, corriendo hacia la vida.

Cuando llegué a la feria, lo vi allí sentado, casi como si estuviera esperándome. 
Era el Señor Eléctrico. 
De repente me ganó la timidez. No podía preguntarle cómo vivir para siempre, pero por suerte tenía un truco de magia en mi bolsillo. Lo saqué, se lo mostré al Señor Eléctrico y le pregunté si él me enseñaría cómo hacerlo. 
Él me enseñó cómo y luego me miró a la cara y me dijo: "¿Te gustaría ver algunas de esas personas peculiares en esa tienda de allí?"

Le dije: "Sí".

Me llevó a una carpa de la feria, la golpeó con su bastón y gritó "¡Sujetaos la lengua!" a quien estuviera dentro. Entonces, subió la puerta de la tienda y me llevó a conocer al hombre ilustrado, la Señora Gorda, el Hombre Esqueleto, los acróbatas y todas las personas extrañas de los puestos de feria.

Luego andamos por la orilla y nos sentamos en una duna de arena. Mr Eléctrico me contó sus pequeñas filosofías y me dejó hablar a mí de las grandes. En un momento dado, finalmente se inclinó hacia delante y dijo: "Usted sabe que nos habíamos visto antes."

Le respondí: "No, señor, nunca antes le había visto."

Él dijo: "Sí, tú eras mi mejor amigo en la gran guerra en Francia en 1918. Fuiste herido y moriste en mis brazos en la batalla de las Ardenas Forrest. Pero ahora, aquí, hoy, veo tu alma brillar en tus ojos. Aquí estás, con un nuevo rostro, un nuevo nombre y el alma que brilla en tu cara es el alma de mi querido amigo muerto... Bienvenido de nuevo al mundo".

¿Por qué dijo eso? No lo sé. ¿Había algo en mí? ¿ansia, pasión por la vida, estaba listo para empezar algo nuevo...? 
No sé la respuesta a eso. Todo lo que sé es que me ordenó vivir para siempre y me dio un futuro y también me dio un pasado, muchos años antes, cuando su amigo murió en Francia.

Dejando la feria ese día, me pasé por el carrusel y vi los caballos dando vueltas y vueltas con la música de "Beautiful Ohio." 
Allí, de pie, las lágrimas corrían por mi cara, porque sentía que algo extraño y maravilloso había sucedido dentro de mí, por causa de mi encuentro con el Sr. Electrico.

Me fui a casa y al día siguiente viajé a Arizona con mis padres. Cuando llegamos unos días más tarde, me puse a escribir a tiempo completo. 

He escrito todos los días de mi vida desde ese día hace 69 años.

Hace tiempo que he perdido la pista del Señor Eléctrico, pero me hubiera gustado que existiese en algún lugar del mundo para que yo pudiera correr hacia él, abrazarlo y darle las gracias por cambiar mi vida y ayudarme a ser un escritor.
 
Ray Bradbury, diciembre 2001

Alucinante, ¿verdad? Esta novelilla es una carpa de papel para el Sr. Eléctrico, pero esa historia os la contaré en otro momento... ;)

Bradbury murió a los 91 años, en 2012. 
En 1932, más o menos cuando Bradbury tenía doce años y conoció al Señor Eléctrico, se rodó Freaks, La parada de los monstruos, pero yo no la conocí hasta que la reestrenaron en cines, en la sesión golfa allá por 1997. 


Esta película me marcó, supongo que porque me siento uno de ellos :P 
Tengo un recuerdo "gracioso" de cuando estuve trabajando en un centro de minusvalía de Telefónica, que llevaba una sección de la Tesorería. 
MODO ABUELA CEBOLLETA ON: Hubo problemas de adaptación porque todos los discapacitados trabajaban juntos en una sala de la primera planta y para "cumplir" con la integración social, no se les ocurrió diseminarnos si no traer a "los normales de la 3ª planta" (que se llamaban ellos) y a los que les tocó bajar no querían hacerlo ni a tiros. 
En una de las reuniones "de convivencia" me cabreé y les dije que nuestra planta era como todas y que si estaban esperando a que les cantasemos "We adopt you one of us" como en Freaks al entrar por la puerta, se habían equivocado de circo. 
Me salió espontáneo y tuve que traducirme y explicar el chiste, aunque solo nos reímos "los no normales" :P Fue un gran momento en el que únicamente se atrevió a contestarme uno de mis superiores para decirme que no sabía que hablase tan bien inglés, en fin...

A veces pienso que la gente que se cree superior se merecería que les pasase algo como lo que le ocurre al chico prodigio de Freaked, La disparatada parada de los monstruos, que se convierte en mitad mutante por idiota, engreido y codicioso. ¿No la habéis visto? ¡Es un clásico y te partes de lo mala que es! Aquí os lo cuentan mejor que yo. 
Esta es una de las películas que echaban en Antena3 hace diez años, de madrugada, justo antes de las superseries de dibujos "Ana de las tejas verdes" y "Papá piernas largas" :') Menos mal que tengo Internet porque ahora no hay buenas parrillas televisivas para insomnes.

Y hablando de superseries, Carnivàle es una maravilla, pero una de esas maravillas como Firefly que se cancelan antes de tiempo. Me encanta la atmósfera que crea esta serie y me parece muy similar, aunque opuesta por el mensaje de esperanza, al Circo de las Mariposas del que ya os hablé aquí y os mostré mi lado más freak :)

La estética de Carnivàle es la que parece estar siguiendo la nueva temporada de American Horror Story: Freakshow que se estrenó la semana pasada (¡SERENDIPIA INSPIRADORA! jejeje). 

Estoy emocionada con el primer capítulo y espero que sigan así de BIEN. Se puede empezar sin haber visto las anteriores porque cada temporada son historias distintas, aunque con los mismos actores GENIALOSOS que dan vida a nuevos personajes muy distintos. Para mí, los mejores son JESSICA LANGE y EVAN PETERS, pero es difícil elegir porque TODOS son buenos.

Y ya no os entretengo más, que esta entrada ya es demasiado larga. 
Termino con otra recomendación: la saga juvenil de Darren Shan, Cirque du freak. Tiene mucha imaginación, grandes ideas, un par de personajes inolvidables y una muy buena estructura. La adaptación no le llega ni a la suela de los zapatos.
Me gustaría haber cerrado con una fotocopia que guardo desde 5º de Hispánicas, con grabados de carteles de Freakshow medievales en España. Está en una caja con muchos apuntes de literatura, en el trastero de mis abuelos, así que me conformo con una foto de mi zurdita, esta vez con sombrero ;)

Las ferias de "almas" son una tradición horrible que me fascina, es un pecado exquisito que incita mil historias en mi cabecita, pero aclaro que yo nunca iría a una como espectadora... porque soy uno de ellos, ¿no lo somos todos? ;)

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