|
15/12/2014 |
Este año mis chavales son todos artistas, LLENOS DE PASIÓN Y PERSEVERANCIA. Por la mañana van al conservatorio de danza y por la tarde estudian en el instituto, donde tengo el placer de darles clase. La foto de cabecera es de una de mis niñas más queridas, CARMEN, no sabéis cómo BRILLA. Carmen es la preciosidad de la izquierda y esta foto me llena de orgullo e inspiración cada vez que la veo :')
EDITADO: resulta que la otra preciosidad, la de la derecha, es ALEJANDRA y yo no lo sabía, jejeje, es otra de mis niñas adoradas ¡¡¡y tenía que decirlo!!! ;) Doble orgullo y doble emoción :')
Así, buscando artículos para ellos he encontrado una página MUY INTERESANTE, no os la perdáis. Les pedí permiso para adaptar el texto y animar a los escritores, aunque creo que en general sirve para alentar cualquier pasión que nazca en el alma con afán de vocación profesional. Podéis encontrar el
texto original para bailarines y su original en inglés junto con un millar de artículos interesantes en
ABC DANZAR
Vamos a los puntos de hoy ;)
1. Escribir es duro: ningún escritor alcanza el éxito solo por su talento innato. Los escritores son artistas y "deportistas", el mundo editorial de hoy es similar a un deporte extremo. La habilidad natural y el talento no llegarán lejos. Los escritores deben trabajar duro y perseverar, dar años de su vida, además de sudor, lágrimas y a veces sangre por tener el honor y el placer de tener un público.
2. No siempre vamos a conseguir lo que queremos: no siempre conseguimos publicar la historia que queremos, vivir del trabajo que queremos, escuchar los elogios que queremos, conseguir el dinero que queremos, ver los proyectos funcionar como queremos, etc. Esto nos enseña a sentir humildad y respeto por el proceso, el arte y los maestros que hemos elegido para enseñarnos. Cuanto más rápido aceptemos esto, más rápido podremos seguir adelante y empezar a brillar. Nunca vamos a estar 100% seguros de que funcionará, pero siempre podemos estar 100% seguro de que no hacer nada no va a funcionar.
3. Hay muchas cosas que no sabemos: siempre hay mucho más por aprender. Nuestros escritores, editores y profesores favoritos pueden enseñarnos algo. En el momento en que pensamos que lo sabemos todo, empezamos a perder el camino.
4. No existe el mañana: un escritor nunca sabe cuando su carrera se desvanecerá, una editorial puede quebrar, puede haber un accidente de tráfico, la muerte... Hay que trabajar todos los días en cada nueva novela como si fuese la última. ¡Escribir incluso los borradores con pasión!
5. Hay muchas cosas que no podemos controlar: no puedes controlar quién te contrata, quién te descarta y a quién no le gusta tu trabajo o a quién sí. No pierdas talento y energía preocupándote por cosas que no puedes controlar. Céntrate en perfeccionar tu arte, siendo el mejor escritor que puedas ser. Mantén una mente abierta y una actitud positiva.
6. La información no es conocimiento verdadero: el conocimiento proviene de la experiencia. Puedes leer libros de teoría, hablar de una técnica narrativa un centenar de veces e ir a otras mil talleres de literatura, pero a menos que escribas y practiques sólo tendrás una comprensión filosófica del arte de narrar. Escribe, reescribe y busca lectores, debes experimentar de primera mano el oficio si quieres ser un escritor profesional.
7. Si quieres tener éxito, demuestra que eres valioso: la forma más rápida de conseguir un trabajo es demostrar que se nos necesita. Tienes que conocer el mercado editorial, estar preparado y tener material que mostrar si se te da la oportunidad de enseñarlo y, sobre todo, estar dispuesto a trabajar duro.
8. Siempre habrá alguien mejor que tú: ya se trate de puestos de trabajo o dinero o papeles o trofeos, no importa. En lugar de quedarnos atrapado en el drama acerca de lo bien que lo hacen los demás y la suerte que tienen, centrémonos en las cosas que hacemos bien nosotros, en las cosas que hay que trabajar y en las cosas que nos hacen más felices como escritores.
9. No se puede cambiar el pasado: todo el mundo tiene un pasado. Todo el mundo ha cometido errores y todo el mundo tiene momentos gloriosos que quiere rescatar, pero "¿te dejarías un trozo de queso en un diente sólo porque la pizza estaba deliciosa? No.
Escribir es una forma de arte que nos obliga a concentrarnos en el presente, avanzando siempre en la nueva historia.
10. La única persona que puede hacerte feliz eres tú: escribir como actividad en sí misma no puede hacernos felices. La raíz de nuestra felicidad proviene de nuestra relación con nosotros mismos y no de la cantidad de dinero que ganamos, quién nos publicó qué o cuántos premios ganamos. Claro que estas cosas pueden afectar a nuestro estado de ánimo, pero a la larga es lo que somos en el interior que nos hace realmente felices.
11. Siempre habrá gente que nos critique: los escritores se exponen al público cuando escriben y sobre todo en este mundo de Internet, donde los críticos abundan. No se puede ser todo para todos. No importa lo que hagas, siempre habrá alguien que piensa diferente y al que no le guste lo que escribes, así que céntrate en hacer lo que tu corazón sabe que es lo correcto. Lo que los demás piensan y dicen de ti no es tan importante. Lo importante es cómo te sientes contigo mismo.
12. A veces fracasarás: a veces, a pesar de nuestros mejores esfuerzos, siguiendo los mejores consejos, estando en el lugar correcto y en el momento adecuado, todavía fallamos.
El fracaso es parte de la vida. El fracaso puede ser el catalizador para algunas de nuestras más grandes experiencias de crecimiento y aprendizaje. Si nunca fallamos, nunca valoraremos nuestros éxitos. Tenemos que estar dispuestos a fracasar y cuando nos pase (que nos va a pasar) abrazar la lección que viene con el fracaso.
13. A veces tendrás que trabajar gratis: cada profesional tiene en un momento u otro en el que se le ofrece trabajar sin cobrar. Hay muchas buenas razones para trabajar de forma gratuita y hay otras tantas razones para no trabajar de forma gratuita. Pregúntate si la causa es digna, si la experiencia vale la pena, si te traerá alegrías y, así, decide siendo consciente de lo que haces, sin esperar ganancias posteriores.
14. Hacer lo mismo una y otra vez esperando un resultado diferente es una locura: si sigues haciendo lo que estás haciendo, seguirás consiguiendo lo que estás consiguiendo. Si sigues haciendo el mínimo, no te quejes cuando no alcances el siguiente nivel. Si quieres crecer más allá de tu zona de confort, debes empujar más allá de esas limitaciones que te has autoimpuesto.
15. Nunca te sentirás 100% preparado: nadie se siente preparado al 100% cuando se presenta la oportunidad. Los escritores tienen que estar dispuestos a asumir riesgos. Como dejar que alguien que no te conoce lea tus textos, enviar manuscritos a editoriales, autopublicar, etc.
Los escritores deben tener la mente flexible y también la actitud, así como la pluma. Las mayores oportunidades en la vida nos obligan a crecer más allá de nuestras zonas de confort, aunque no nos sintamos totalmente preparados para ello.