Un proyecto desvergonzado y un secreto vergonzoso ;)

Hace seis años os conté que Bukowski escribía sin aire, ni luz, ni espacio, ni tiempo y es cierto, para escribir solo hacen falta las ganas. Y ahora mismo, las tengo :) ¡Estoy completamente metida en la nueva historia!

A pesar de que ayer me enteré de que... No debería decirlo, pero aquí siempre me desnudo, así que allá va el secreto: Amor sobre ruedas solo ha vendido 34 ejemplares desde el 20 de agosto al 20 de septiembre. ¿Quién va a apostar a sacarla en papel con semejantes cifras? 

Da igual, ¡ni siquiera eso me ha quitado las ganas de escribir! Aunque me ha ayudado a poner algunas cosas en perspectiva. Esta historia del Destripador en la ciudad Esmeralda, que pensaba mandar al HQÑ, ayer llegó a las 43.855 palabras. Entre hoy y mañana podría escribir seis mil más y mandarlo al concurso (estoy sola este fin de semana, tengo aire, luz, tiempo y espacio), pero estaría mandando mi tradicional borrador chapucero y ¿para qué? No tengo prisa, de hecho, lo que me apetece es disfrutarlo.

Ayer viernes me levanté muy pronto para escribir, como decía Bradbury ¡escribo, escribo, escribo para no morir! y luego llevé al niño al colegio y me senté a escribir otro poco, me duché, me vestí, fui a trabajar con la historia en la cabeza y volví ¡y escribí, escribí, escribí hasta la hora de dormir! Porque no podía no hacerlo, porque estoy allí con los personajes y quiero saber más, quiero vivirlo con ellos e ir tranquilamente a las carreras de caballos de Goodwood en Sussex y al Teatro Lyceum de Wellington street en el Londres del siglo XIX, ¡que estrenan Jekyll y Hyde! Y después, escenas desvergonzadas por exigencias del guion ;) porque apetecen y las pide la historia.

Ese es mi plan de escritura para el fin de semana y también me voy a leer esto. Me lo estoy pasando en grande y voy a ir por partes, como le gusta a Jack.

Además, he tenido un pequeño contratiempo laboral, algo que escapa de mis manos y que tiene más que ver con recortes de presupuesto ¡que me pueden afectar y mucho! Pero no puedo hacer nada, así que mejor no pensarlo y... ¡escribir, escribir, escribir!

Voy a ir a mi ritmo, adelantando un poco cada día, reescribiendo más, saltando hacia atrás y hacia delante ahora que ya he dibujado toda la escaleta como una rayuela y puedo ir de un capítulo a otro y meter los arenques apestosos o las pistolas de chejov que necesita el final de la historia. Y como aliciente está el National Novel Writing Month, el NaNoWriMo, como veréis por la foto me he vuelto a apuntar. Había marcado como reto llegar a las 50.000 palabras para el 15 de noviembre, eso prácticamente está hecho, pero ahora prefiero que sean 80.000 para el 30, tengo que contarlo mejor ;) 

Y ya está, no llego al HQÑ, pero a lo mejor llego a uno que se cierra a finales de enero. Os dejo las bases del VIII Premio de novela romántica Kiwi Ra. ¿Alguien se anima conmigo?


Marca de la casa, una canción de los Beatles.

Llevo 25000 palabras y me quedan 7 días para poder presentarme al HQÑ, poco me motiva más que este concurso y, como ya os he contado otras veces, es una tradición que les mande un borradorSolo que esta vez, el borrador está un poco más trabajado porque llevo con él mucho años y solo tengo que hacerlo crecer.

Y siguiendo las otras tradiciones, hoy acabo de meter LA CANCIÓN, una tradición que empezó como una casualidad, porque lo fue. Un día me di cuenta que varias de mis novelas hablaban de los Beatles o llevaban una canción de los Beatles, así que en la siguiente, que era Como caído del cibercielo, lo hice aposta. 

Fue casualidad que me diese por los prolíficos Beatles en lugar de, yo que sé, los Sex Pistols que solo tienen un disco (casualidad y causalidad, porque me gustan mucho). Tuve suerte de que fuesen los chicos de Liverpool, no creo que me vaya a quedar sin canciones antes que sin ideas ;)

Me parece divertido dejar aquí la lista con los temazos elegidos, aunque no hablaré del momento estelar en el que aparecen en cada libro (muchos son spoilers, otros solo chistes, pero todos tienen una parte simbólica en la trama). 

En Almas de luna se mencionan unos vinilos de los Beatles y los Rolling. En Kupua no hay referencias que yo recuerde, pero sí en Oniros porque uno de mis chavales me pidió que metiese la palabra Beatles y la prota lleva una camiseta negra de ¿adivináis? Exacto. En Dos en la alborada la canción es de Led Zeppelin y, es curioso, yo recordaba haber usado también algún guiño a Can't buy me love, pero debí quitarlo y solo queda la canción en la playlist que siempre hago para escribir inspirada (la protagonista gana la lotería, pero "el dinero no puede comprarle amor", tiene su lógica).

La verdad es que nunca antes me había puesto con LA LISTA, es una buena idea guardarla aquí para no repetirme en el futuro. Allá vamos.

-Strawberry Fields Forever y I am the walrus en Deus ex machina 2.0 (aquí hay dos, puede que más, e incluso un beso-Beatle, con holograma de por medio). 

-Obladi, oblada, en Hechizo de mar y Luna.

-Across the universe, en Como caído del cibercielo.

-Octopus's garden, en Tres lunas negras.

-All you need is love, en Amor sobre ruedas.


Las dos siguientes están sin publicar, así que pongo las siglas del título nada más ;)

-Tomorrow never knows, en la de las Drag queen, MDA.

-Here comes the sun, en la de Jack el Destripador, JDC, que es con la que estoy ahora. Concretamente mientras os escribo suena la versión de Nina Simone, la última en la playlist de la novela.

Cuidaos mucho, little darlings, vivimos tiempos oscuros y parece que llevamos años así, pero pronto nos daremos cuenta que here comes the sun ;)

Un abrazo fuerte.