Deséame suerte, un as en la manga de Vetusta Morla y un nuevo corcel ;)


Estoy preparando una entrada especial leyendo poesía de la Srta. Bebi, entretanto os dejo esta canción que habla de una de mis atracciones favoritas: el carrusel. 
Y, ya que estamos, divaguemos un poco. 

Hay veces en las que nos subimos a un carrusel o a una noria, que no es otra cosa que un carrusel vertical, y nos movemos sin movernos, cambiamos de perspectiva, estamos en el mismo sitio, pero en distinto lugar y cuando bajamos, por supuesto, ya no somos los mismos. 

En el caso de la Feria de las Tinieblas de Bradbury, su carrusel mágico hacía rejuvenecer al avanzar al revés... y creo que eso nos pasa a veces cuando nos enamoramos. ;)
Esta noche pienso en el amor, that old black magic, y me pongo en plan filóloga y me digo que "recordar" viene de "re-cordis" que es volver a pasar por el corazón y me digo que no quiero volver a sentir nada, que por mi corazón nadie puede pasar porque es una atracción que tenía cerrada por revisión, pero me estoy engañando a mí misma. 
Ha sido poco a poco y después todo de golpe, como el buen sexo. Creo que alguien travieso y curioso se me ha metido bajo la falda, entre las cortinas, hasta la cocina, y le ha dado cuerda a mi locura... Ahora el mundo gira y vuelve a ser de colores y escucho música de feria y sonrío sin motivo.
Y
me
aterra
la 
idea
porque...
¿acaso el amor no nos hace lo mismo que esa antigua magia negra de la Feria de las Tinieblas? 
Nos marea, nos atonta, nos hace creer que el mundo gira a nuestro alrededor y aunque subamos a sus lomos con 40 inviernos, nos devuelve a las 17 primaveras, como si no estuviésemos hartos de tantos otoños y veranos pasados de vueltas... 

Mmm, oh sí, Dios, ¡joder! ;)
Me siento adolescente otra vez y me muero de vértigo, pero es tan divertido dar vueltas con él que no pienso parar, aunque me caiga de culo y duela. 
No me pienso bajar hasta que pare la música y creo que tengo cuerda para rato. 
Creo que por fin he encontrado un corcel a mi altura, uno cuyas riendas no me atan las manos, sabe de subidas y bajadas, de todo lo que me importa y me asusta, sabe a palomitas y cine de verano, me hace reír como una niña y puedo cabalgarle como una mujer, mmmmmmmmm... 
Deseadme suerte porque creo que estoy a punto de desbocarme.




DESÉAME SUERTE, Vetusta Morla.

Se apaga el carrusel después de otro carnaval.
Los conos de papel ensucian el piso.
Se apaga el carrusel se marcha de la ciudad.

¿Y qué viene después? No sé dónde regresar.
La aurora me dejó a los pies de mí mismo,
sin cima que ascender, sin nota en las páginas.

Soy lo que ves, soy un indicio.
No reconozco mi propio carnet.
Soy lo que ves, solo el principio.
Busco las riendas de un nuevo corcel.

Ha sido mágico
haber llegado aquí sin un solo talismán.
Perdido el tenedor me queda el mordisco.

Todos necesitamos alguien que nos cubra
a veces un aplauso, a veces un juez.
Todos necesitamos luz en la penumbra
y un villano honrado en quien creer.

Se apaga el carrusel, se apaga el carrusel...
Deséame suerte.

Soy lo que ves, solo el principio.
Guardo en la manga el as que encontré,
días de miel, tardes que alumbran,
tengo las riendas de un nuevo corcel.
De un nuevo corcel,
de un nuevo corcel.
de un nuevo corcel.

VETUSTA MORLA, Deséame suerte (álbum Mismo sitio, Distinto lugar)