A veces pienso que escribir tiene algo de licantropía: te quema desde dentro, te transforma y te aíslas en tus propios páramos y a veces incluso haces daño a los que más quieres porque no te reconocen, porque no entienden la vida de los lunáticos solitarios juntaletras, aunque como dice la leyenda de los licántropos, aquellos a quienes amamos son los únicos capaces de traernos de vuelta...
Es una maldición y al mismo tiempo un privilegio; sobre todo, me gusta esta analogía porque convivo a diario con los fantasmas de las historias que no he escrito, me rodean para hablarme y piden turno y se encabronan porque no tengo ganas de escribirles y redimirles, a pesar de que cada vez son más voces las que escucho alrededor, las ideas nuevas siguen llegando y yo las ignoro y sigo postergando el plenilunio.
Una vez al año veo mi película favorita "Un hombre lobo americano en Londres", tiene una música increíble, una historia de instalove de las que más me ponen, buen humor negro y escenas que me siguen dando miedo.
Esta noche toca "there's a bad moon on the rise".