Tengo más de 500 razones para
escribir para los niños, pero con el fin de ahorrar tiempo, enumeraré
solo 10:
1) Los niños leen libros y
no críticas de libros. Los críticos les importan un pepino.
2) Los niños no leen para
encontrar su identidad.
3) No leen para liberarse de un complejo
de culpa, para satisfacer su ansia de rebelión ni para deshacerse
del sentimiento de alienación.
4) Los niños no hacen uso
de la psicología.
5) Aborrecen a la sociología.
6) No intentan siquiera comprender
a Kafka.
7) Siguen creyendo en el Bien, en
la familia, en los ángeles, en los demonios, en brujas, en los diablos
burlones, en la lógica, en la claridad, en los signos de puntuación
y en muchas otras cosas comprensibles.
8) Les gusta leer relatos interesantes
y no comentarios, ni guías o notas que acompañan a textos.
9) Cuando un libro es aburrido, bostezan
abiertamente sin sentimiento de culpa o temor a la autoridad.
10) No esperan de su escritor preferido
que salve la humanidad. Por más jóvenes que sean, ya han
comprendido que él no está en condiciones de hacerlo. Solamente
los adultos tienen ilusiones tan infantiles