I don't give a Jack ;)
"Francamente, querida, me importa un bledo" esa es la traducción que todos conocemos y mi frase favorita de "Lo que el viento se llevó", más que la de jurar que no volveré a pasar hambre ;)
Hay muchas maneras de decir en inglés "me importa un bledo", una de ellas sería "I don't give a jack" y buscando la etimología de esta frase, puede ser porque Jack era una moneda antigua de muy poco valor o porque era Fulano o Mengano, alguien poco importante, reemplazable.
Así me he sentido últimamente por un problema que he tenido en el trabajo, como un Jack cualquiera y eso no es malo, aunque al principio duela, pero si algo aprendí de la película que encabeza el post es que de todo se sale y mañana será un nuevo día.
Me han quitado el permiso que tenía con reducción de jornada por razones justificadas con este momento de recortes que vivimos, pero eso no ha sido lo peor. No os voy a aburrir con problemas, que vivimos todos tiempos muy difíciles, me conformo con decir que de paso me han quitado el miedo que tenía a cambiar de centro. Quiero mucho a mis compañeros, pero me tengo que ir.
El año que viene empiezo en un instituto que está a diez minutos andando de mi casa y que, aunque el centro tenga mala fama y a mí no me conozca nadie, "con suficientes agallas, se puede seguir adelante sin una reputación" ;) ¿verdad?
La incertidumbre me provoca ansiedad, pero la curiosidad me produce ilusión y con eso me quedo.
Ya no me importa el cambio, es más, creo que lo necesito.
Si pudiese contaros como en una novela todo lo que ha pasado, tendría que ser un narrador omnisciente y me faltan piezas, no quiero ser un "narrador poco fiable" (unreliable narrator) porque eso solo lo uso en la ficción, así que lo dejamos en que ha habido un montón de "intereses creados", "errores oportunos" y "casualidades asombrosas" en tres lugares claves a la vez: en la Consejería de Educación, en el instituto en el que trabajo a día de hoy y en el centro al que iré el año que viene y al que casi me mandan ya, en mitad del curso, justo después de Navidades.
Han tenido que darse a la vez y de manera inconexa tres situaciones muy distintas en las que han primado los intereses de tres personas sin relación entre ellas, pero que me afectan directamente a mí, así que a lo mejor ES MUSS SEIN, ¡tiene que ser!
Todo apunta hacia esa dirección, las "señales" me dicen que me vaya al instituto donde tengo la plaza y que, curiosamente, es donde se conocieron mis padres. Sin este instituto yo no existiría, qué casualidad, jejeje.
Al menos, estando en mi plaza no tendré que hacer papeleos en mucho tiempo porque es mi "destino definitivo". Espero encontrar algo de paz, sé que también me esperan personas maravillosas como las que dejó atrás porque una buena amiga ya trabaja allí, así que no voy a pedir más comisiones con "aplazamientos" y me voy.
"He roto con todo lo de aquí. Yo busco la paz. Quiero ver si consigo hallar un lugar que tenga algo de encanto y dulzura en la vida. ¿Sabes de qué estoy hablando?".
Pues eso, que más se perdió en la guerra y que toca empezar de nuevo en otro sitio.
En cuanto a la novela de Jack, que "yo aquí vengo a hablar de mi libro" ;) ahora mismo me importan un bledo los concursos y no voy a apresurar el final esta vez para presentarlo al Kiwi, voy a seguir a mi ritmo y disfrutando de las páginas que van saliendo y me pongo una nueva meta en el HQÑ de este año que queda todo el verano por delante. No ganará, pero creo que publicarla les podría interesar. Eso espero. :)
Además, no tengo tiempo para escribir con todo lo que nos está pasando en Madrid, lo hago cuando me despierto a las cuatro o a las cinco de la madrugada y mi cerebro empieza a darle vueltas a lo que os he contado de mi trabajo y ya no me puedo dormir, entonces me voy con Jack a la ciudad esmeralda... y lo demás, francamente, me importa un bledo.
Cuidaos mucho, vivimos tiempos extraños.
PD: y diréis "qué manía tiene esta chica de contarnos su vida", oh, lo hago siempre y en las novelas doy más detalles, mucho más íntimos, solo que no lo sabéis XD
4 comentarios :
Me gusta pensar que estas entradas te ayudan a vaciarte, respirar y coger fuerzas. No diré aquello de "cuando se cierra una puerta se abre una ventana", pero sí espero que ese cambio forzoso te traiga mucho por lo que valga la pena.
Corren tiempos extraños, difíciles, y aquí seguimos plantándoles cara, Mara.
Te mando un abrazo enorme y mucha fuerza. No olvides que siempre fuiste una luchadora.
Gracias por venir a verme, cielote :) El cambio no es exactamente forzoso, podrían darme otra comisión el año que viene, pero no la voy a pedir más. "Soy el amo de mi destino, soy el capitán de mi alma" decía el poema Invictus, ¿no? jejeje, me voy a quitar la incertidumbre y me voy por mi propio pie y desde que lo decidí, duermo mejor :D
Contar aquí las cosas para cuatro gatas amigas y dos perros celosos (según mi contador de visitas mágico) me sirve de desahogo, sí, siempre he escrito como terapia y me funciona. :)
Me voy a verte a tu blog que veo aquí abajo que has publicado algo nuevo ;)
Un abrazo inmenso
¡Hola guapa!
Con esa sonrisa tan preciosa que tienes y ese espíritu soñador y cercano que tienes los vas a tener a todos en el bolsillo en menos de un día. Te entiendo porque odio los cambios, sobre todo por el miedo a la incertidumbre y por no tenerlo todo controlado (soy cuadrículada), salir de la zona de confort cuesta e incluso me da hasta pereza :P pero ¿y la cantidad de experiencias que nos perderíamos (buenas y malas) por no cambiar?
Muchísima fuerza ¡tú puedes!
Y Jack ya saldrá, lleva su tiempo la cosa es no acelerarlo, el premio es terminarla <3
Un besazo enormeeee y cuídate mucho
Ains, mi niña, cómo me reconfortan tus palabras, no lo sabes bien. :)
Me toca ser fuerte y sobre todo por mi peque, porque me ve mal y le afecta y eso no lo puedo consentir, así que sin miedo y con fuerza de voluntad libraré esta batalla que me ha salido donde menos me esperaba y por satisfacer intereses de otras personas. Fíjate si ya no me importa el cambio que si me dijesen que me voy mañana, diría que sí. Ya os contaré en qué queda todo, pero no me espero nada bueno.
Un abrazo muy fuerte
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