"Amor sobre ruedas" lleva una semana rodando como una completa desconocida

Empecemos cantando Like a rolling stone de Bob Dylan, ¿cómo se siente el estar sola, sin dirección, como una completa desconocida, como una piedra rodante? La novela lo sabe. :P

En esta semana que ha pasado no tengo nada nuevo que contar. Solo he visto dos valoraciones: una da 5/5 estrellas y la otra 4/5. La de 4 estrellas dice que la recomienda, pero que no le da 5 estrellas por el final, porque querría saber cómo llegan los personajes a estar así en el epílogo. 

Os cuento, en el epílogo ya han pasado muchos años y ellos siguen juntos, incluso hablan de la posibilidad de que el programa hubiese contado toda su historia con otros episodios llamados Amor en ruta y Los amantes de las capitales. Es la verdad, para contar cómo llegan los personajes hasta el epílogo tendría que escribir otra novela. 

Amor sobre ruedas tiene casi 80000 palabras, es bastante larga y no quería alargarla más y que se convirtiese en Almas de Luna o Tres lunas negras (que funcionaron muy bien cuando saqué solo la mitad, pero ahora que son largas no se las lee nadie). Mi idea era hacer una segunda parte que empezase justo donde termina Amor sobre ruedas, es decir, cuando no hay cámaras. Así, contaría la primera gira de la pareja, una gira a lo Love on tour por el mundo, Amor en ruta (yep, Harry me influyó aquí también, je, je). 

No creo que lo escriba nunca, Lo cierto es que escribí el epílogo porque los personajes merecían su final feliz, porque no puedo prometer que vaya a escribir una segunda parte. ¿Podría escribir otra historia con los mismos personajes? Sí y tengo muchas ideas, las tengo para todas las novelas que ya he escrito, porque los personajes siguen viviendo en mi imaginación y me cuentan que les siguen pasando cosas, pero no las escribo.

Amor sobre ruedas tiene un final y a lo mejor algún día me pongo a contar qué pasa después, pero solo me atrae la parte de ver de cerca la vida de una superestrella podrida de pasta y para eso tengo otro personaje (uno que lleva esperando años a que cuente su historia, le llamaremos Bond y está en la fila con su Dra. No). 

No creo que escriba Amor en ruta porque el hilo conductor que me enganchaba ya no existe, eso de tener guionistas puteando con sorpresas, je, je. Aunque para guionista que putea, no hay mejor ejemplo que la vida misma y en verdad no necesito la excusa del programa para hacérselas pasar canutas a los personajes y divertirme sacándoles de los embrollos. ;) 


Lo cierto es que me dije a mí misma, y a Don Kiwi y a la Señorita Albaricoque, que si la novela funcionaba esta vez me pondría a ello y continuaría su historia, pero ya veis, no es mi destino. Como decía Led Zeppelin: the song remains the same, la canción permanece sin cambios. No tengo suerte y todo sigue igual y, aunque esté acostumbrada, no puedo evitar que me afecte y me quite las ganas de esforzarme por placer. De hecho, acabo de dejar otra historia a medias y no me presentaré al concurso guachi para novelas LGTBI. 

Tengo el cajón lleno de novelas a medias y concursos perdidos, como decía el Fito, este mar cada vez guarda más barcos hundidos. (La novela que acabo de dejar iba de barcos, la metáfora es perfecta).


Los barcos se crean para navegar y los libros para ser leídos, pero hace falta mucha constancia para terminarlos y llega un momento en el que es un trabajo y yo ya tengo un trabajo. Esto para mí es un pasatiempo, escribo porque me divierte y cuando deja de ser divertido, lo dejo. Pasan las semanas, a veces solo un par de días, y se me ocurre otra idea, me obsesiono otra vez y vuelta a empezar. 

Creo que las novelas que he escrito enteras es porque en algún momento de la historia pienso "esta vez va a ser distinto" y me convenzo de que voy a publicar en papel, de que voy a verla en las estanterías, y lo intento hasta el final. Mi proceso creativo es puro enamoramiento y en cuanto la cosa se pone seria y requiere esfuerzo, generalmente pierdo el interés y, además, lo de publicar en papel es solo una parte del sueño, es "la boda" con la que terminan las novelas de Jane Austen. Luego hay que vender esos ejemplares y eso es "la vida del matrimonio", es muy difícil. :P Tengo demasiadas amigas que me cuentan lo que se sufre después de publicar, es como un deseo cumplido por un genio malvado, tiene consecuencias imprevistas. ;)  

Ni siquiera puedo decir que no tenga ganas de escribir por no tener lectores, tuve muchos en Fanfiction y nunca terminé una historia allí, algunos de ellos todavía me piden de vez en cuando que actualice el único fanfic que no he borrado. Cuando veo esos privados me hace ilusión, pero eso es todo, no me pongo a escribir. No cumplo sus deseos, je, je. :)

Hay muchas ventajas en no cumplir deseos, hay genios buenos que no te conceden lo que pides, porque te dan lo que necesitas, como dirían los Rolling Stones: no puedes conseguir siempre lo que quieres, pero si lo intentas a veces consigues lo que necesitas.

¿Qué será lo que necesito? Ya lo veremos. Me despido con los Rolling, que versionaron la canción de Dylan del principio del post  y la hicieron tan suya que muchos piensan que lo es. En mi cabeza, es la voz de Jagger la que me canta los últimos versos: when you ain't got nothing, you got nothing to lose. You're invisible now, you've got no secrets to conceal.

Cuando no tienes nada, no tienes nada que perder. Ahora eres invisible, no tienes secretos que esconder. Esto a mí me suena a buen consejo y me hace sonreír, no hay presiones, puedo seguir haciendo lo que me de la gana y escribir solo cuando me apetece ;)